“Estoy en un gran bosque. Mi ropa cambia a verde y mis pies se hunden en la tierra. Hojas surgen de mis brazos. Me convierto en árbol y mi rostro se dirige al sol”.
- Jorge Volpi
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MBM Arquitectes |
Por Marcos Betanzos @MBetanzos
Josep Martorell, Oriol Bohigas, David Mackay (MBM Arquitectes) proyectaron en los años 1987 a 1990 el hotel Melía de Puerto Vallarta, Jalisco. La obra, nacida como un rara avis dentro de un paisaje de extravagancias efímeras que ilustran con perfección esa condición que Bohigas señalaba como la obsesiva y presuntuosa búsqueda de los arquitectos por pretender siempre el logro de un edificio representativo. A casi tres décadas de vida, el proyecto es una verdadera piedra de toque para la arquitectura de esa ciudad y la tipología en general.
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MBM Arquitectes |
Con una impronta envidiable que ocasionó muchos cuestionamientos sobre su “apariencia industrial” la arquitectura de este edificio ha dejado de lado a todas las modas vecinas que lo acompañaron en sus primeros años. Desde afuera, su fachada se diluye con la luz del medio día, con el calor del sol. Su extraño perfil, no corresponde a la imagen simplona de un -cualquier otro- hotel de playa. Su cubierta delinea el cielo con unas atípicas chimeneas que coronan uno de los espacios principales del conjunto: un gran salón de recepción de 4,000 m2 conformado por un tablero de 49 módulos; una retícula estructural que presume las suficientes cualidades para articular todo el conjunto, desplegarse, contener los espacios programáticos y multiplicarse para consolidar una verdadera lección en el manejo de la luz y el confort término sin artificios, todo ello delimitado exclusivamente por el paisaje, por el mar al fondo, por el cielo en la parte más alta o por el cambio de escala entre el detalle ornamental y el rigor técnico de cada pieza de ese sofisticado sistema construido tan transparente.
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MBM Arquitectes |
Las provocaciones no terminan ahí. Afuera, los caminos, las fuentes, los cuerpos de agua y las veredas siguen un riguroso tejido geométrico a la sombra de los árboles; las insinuaciones para circular son sutiles entre los edificios y contundentes y generosas en los espacios abiertos. Saltan a la vista las terrazas, balcones y celosías, pero en el conjunto destaca el uso una geometría sencilla que exhibe gestos estructurales que forman parte de un diseño sofisticado; la arquitectura abriéndose en cada punto hacia el contexto. El contenedor enriqueciendo la experiencia de habitar un contenido que tipológicamente es predecible pero que logra ser inusual, totalmente distinto.
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Marcos Betanzos |
Si el éxito de esta tipología está basado en la construcción de un refugio artificial que permita obtener una experiencia agradable a partir del aislamiento voluntario, lo visible en esta obra es la forma en cómo ese artificio se presenta tan permeable que logra hacerse en su interior de todo lo que lo rodea. Todo lo que aparentemente debe quedar fuera, aquí impregna cada espacio para volver a conectarse con la realidad, una realidad alterada pero mucho más honesta, menos estridente. El tiempo comienza a darle la razón a sus creadores.
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Marcos Betanzos |
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Marcos Betanzos |
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Marcos Betanzos |
*Marcos Betanzos (Ciudad de México, 1983) es arquitecto, fotógrafo y profesor de cátedra en el Tecnológico de Monterrey Campus Santa Fe y CENTRO. Becario FONCA 2012-213, integrante de FUNDAMENTAL, taller de arquitectura, paisaje y urbanismo.
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