Por Eugenia González @eugeniagg y Lorenzo Díaz @lorenzodiaz
Tuve el gusto de conocer a Jan hace algunos años (ca. 2001) ya que en la edición impresa de podio hicimos un artículo que hablaba sobre el arte y la arquitectura. En esa época no se pensaba en enviar fotografías de forma electrónica, había que ir a recoger las diapositivas (que en este caso eran en préstamo) para poder ilustrar el artículo.
Nunca había entrado al taller de un artista y quedé muy bien impresionada del altotote Holandés que hablaba español con acento chilango. Al pasar de los años hemos coincidido en otros momentos, Mextrópoli y Zona MACO por mencionar algunos, siempre es un gusto saludarle e intercambiar impresiones.
Hace un par de semanas nos organizamos con un grupo de amigos para visitar su exposición Tierra Firme en el MUAC y quedamos simplemente fascinados. Más allá de la excelente curaduría y el discurso museográfico que nos lleva por las distintas facetas del artista, disfrutamos mucho conocer a Jan el viajero, el que captura el momento y lo plasma en una deliciosa combinación de técnicas. Nos encontramos también con un Hendrix observador, amante de la naturaleza y sus distintas manifestaciones.
Su relación con la arquitectura y el espacio público le ha dado la oportunidad de ser apreciado por un público mucho más amplio que quien visita una galería o tiene acceso a una edición limitada casi hecha a mano. La obra de Jan nos demuestra que es innegable que las bellas artes conviven muy bien juntas sabiéndolas acomodar.
La exposición cierra con un maravilloso librero en el que se pueden revisar con detalle maquetas, dibujos, exploraciones y hay unos cajones (que Alejandro y yo no abrimos ¡tendremos que regresar!) en los que uno se adentra en ese taller del artista que no siempre se puede conocer.
Fotografías: Círculo Cuadrado
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