¿Qué
influencia ejerce, voluntaria o involuntariamente el arte tradicional indígena
en la mente del arquitecto mexicano de nuestro tiempo?
Alberto
T. Arai.
Frontones de Ciudad Universitaria. México, DF. Juan Guzmán, 1952.
Por Marcos Betanzos* @MBetanzos
Alberto Teruo Arai Espinoza, nació en Ciudad de México el 29 de marzo de 2015,
siendo hijo de madre mexicana, Ana María Espinoza y padre japonés, Kinta Arai1,
a poco más de cien años de su natalicio, vale la pena dedicar este breve
espacio a recordar a uno de los arquitectos qué más trascendieron en la
disciplina diversificando sus intereses y compromisos con ella. Arai, estudió
en la Escuela Nacional de Arquitectura de la UNAM recibiéndose en 1940 y
posteriormente realizó sus estudios de urbanismo en el Instituto Politécnico
Nacional entre 1941 y 1942 en el entonces Instituto Superior de Planificación
Urbana, culminó su formación académica en la Facultad de Filosofía y Letras de
la UNAM.
No sólo
fue un arquitecto activo sino que también participó de la cátedra, la teoría y la
administración pública. Mantuvo siempre un papel protagónico dentro de la Unión
de Arquitectos Socialistas (UAS) y publicó un buen número de manifiestos
enfocados a la defensa de la clase obrera del país, ideas y posturas que
incluso presentó durante el primero Congreso de la Habitación Obrera en 1940.
Sara
Topelson en la presentación del tercer volumen de la serie “Cuadernos de
Arquitectura” que editó el Instituto Nacional de Bellas Artes en 2001, señala:
“Más allá de sus conocidos Frontones en la Ciudad Universitaria, la trayectoria
del arquitecto Arai es poco conocida. Su producción arquitectónica es breve,
sin embargo se constituye en un personaje de indiscutible valía a través de sus
múltiples escritos que establecen una clara posición con respecto a la teoría
de la arquitectura”.
Frontón cerrado, Ciudad Universitaria, México, DF. Guillermo Zamora, 1952
Así, vale
la pena revisar el texto de 1952 que Arai publicó bajo el nombre de “Caminos
para una Arquitectura Mexicana” (como muchos otros más) en donde cuestiona y
analiza la disciplina tratando de enriquecer el argumento y sustento del
momento histórico para confrontarlo evitando las inercias generalizadas que
desde la ideología y la acción constructiva comenzaban a impregnarse a nivel
nacional. Arai resaltaba como valores genuinos aquello que nos heredó el mundo
prehispánico, la cultura indígena, la conciencia social, la re-creación de los
actos, hechos y proezas pasadas con alteraciones cargadas de presente y
autonomía ideológica. Arai entendió muy bien su cualidad de personaje
bicultural poseedor de una visión híbrida: nunca decayó en la nostalgia por su
origen nipón ni sucumbió ante la presunción de raíces absolutamente mexicanas.
Arai, es
un referente obligado al que vale la pena estudiar por sus ideas (Filosofía de
la Arquitectura, 1944; La Raíz humana de la distribución arquitectónica, 1950;
La Arquitectura de Bonampak, ensayo de interpretación del arte maya, 1960) y
sus proyectos como el Mercado 1ero. de Mayo en Pachuca, Hidalgo, el edificio de
la Facultad de Odontología y el Centro de Higiene en Veracruz, Veracruz, sus
escuelas primarias en Chiapas o la sede de la Asociación México-Japonesa en la
Ciudad de México; por sus concursos ganados como el de la sede de la
Confederación de Trabajadores de México realizado en conjunto con Enrique
Guerrero y Raúl Cacho en 1939 (no construido) o con el que ganó el tercer lugar
en 1945 para el Centro Hospitalario La Raza (ganado por Enrique Yañez).
Paseo de las Frontones, Ciudad Universitaria, México, DF. Autor desconocido.
Merecida
celebración a propósito de este centenario ha organizado la Facultad de
Arquitectura de la UNAM, a través del Centro de Investigaciones en
Arquitectura, Urbanismo y Paisaje (CIAUP); y la Dirección de Arquitectura y
Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble (DACPAI) del Instituto Nacional
de Bellas Artes (INBA); quienes en conjunto, han lanzado la convocatoria para
participar en dos eventos de acceso libre y cupo limitado (15 y 22 de abril) que conformarán las Jornadas
de Reflexión “Alberto T. Arai: más allá de los frontones”. Imperdible, esto que
es una invitación para revalorar todas las aportaciones hechas por este
arquitecto excepcional muerto en 1955.
Entrada, Escuela Primaria ‘Emilio Rabasa’, 3a Oriente Sur en la esquina de 2a Sur Oriente, Cintalapa de Figueroa, Chiapas, México 1949. Tomada del Blog: Una vida Moderna. Autor desconocido.
Los
Fronones son una buena ruta de acceso a su obra y pensamiento, pero no son el
destino del viaje, eso queda claro. Felicitaciones por la iniciativa: ojalá
expanda mucho más sus alcances.
* Marcos
Betanzos (Ciudad de México, 1983) es arquitecto, fotógrafo y articulista
independiente. Becario FONCA 2012-213 por su proyecto #BORDOS100 y miembro del
Consejo Editorial de la Revista
Frontones de Ciudad Universitaria. México, DF. Juan Guzmán, 1952. |
Por Marcos Betanzos* @MBetanzos
Alberto Teruo Arai Espinoza, nació en Ciudad de México el 29 de marzo de 2015,
siendo hijo de madre mexicana, Ana María Espinoza y padre japonés, Kinta Arai1,
a poco más de cien años de su natalicio, vale la pena dedicar este breve
espacio a recordar a uno de los arquitectos qué más trascendieron en la
disciplina diversificando sus intereses y compromisos con ella. Arai, estudió
en la Escuela Nacional de Arquitectura de la UNAM recibiéndose en 1940 y
posteriormente realizó sus estudios de urbanismo en el Instituto Politécnico
Nacional entre 1941 y 1942 en el entonces Instituto Superior de Planificación
Urbana, culminó su formación académica en la Facultad de Filosofía y Letras de
la UNAM.No sólo fue un arquitecto activo sino que también participó de la cátedra, la teoría y la administración pública. Mantuvo siempre un papel protagónico dentro de la Unión de Arquitectos Socialistas (UAS) y publicó un buen número de manifiestos enfocados a la defensa de la clase obrera del país, ideas y posturas que incluso presentó durante el primero Congreso de la Habitación Obrera en 1940.
Sara
Topelson en la presentación del tercer volumen de la serie “Cuadernos de
Arquitectura” que editó el Instituto Nacional de Bellas Artes en 2001, señala:
“Más allá de sus conocidos Frontones en la Ciudad Universitaria, la trayectoria
del arquitecto Arai es poco conocida. Su producción arquitectónica es breve,
sin embargo se constituye en un personaje de indiscutible valía a través de sus
múltiples escritos que establecen una clara posición con respecto a la teoría
de la arquitectura”.
Frontón cerrado, Ciudad Universitaria, México, DF. Guillermo Zamora, 1952 |
Así, vale
la pena revisar el texto de 1952 que Arai publicó bajo el nombre de “Caminos
para una Arquitectura Mexicana” (como muchos otros más) en donde cuestiona y
analiza la disciplina tratando de enriquecer el argumento y sustento del
momento histórico para confrontarlo evitando las inercias generalizadas que
desde la ideología y la acción constructiva comenzaban a impregnarse a nivel
nacional. Arai resaltaba como valores genuinos aquello que nos heredó el mundo
prehispánico, la cultura indígena, la conciencia social, la re-creación de los
actos, hechos y proezas pasadas con alteraciones cargadas de presente y
autonomía ideológica. Arai entendió muy bien su cualidad de personaje
bicultural poseedor de una visión híbrida: nunca decayó en la nostalgia por su
origen nipón ni sucumbió ante la presunción de raíces absolutamente mexicanas.
Arai, es
un referente obligado al que vale la pena estudiar por sus ideas (Filosofía de
la Arquitectura, 1944; La Raíz humana de la distribución arquitectónica, 1950;
La Arquitectura de Bonampak, ensayo de interpretación del arte maya, 1960) y
sus proyectos como el Mercado 1ero. de Mayo en Pachuca, Hidalgo, el edificio de
la Facultad de Odontología y el Centro de Higiene en Veracruz, Veracruz, sus
escuelas primarias en Chiapas o la sede de la Asociación México-Japonesa en la
Ciudad de México; por sus concursos ganados como el de la sede de la
Confederación de Trabajadores de México realizado en conjunto con Enrique
Guerrero y Raúl Cacho en 1939 (no construido) o con el que ganó el tercer lugar
en 1945 para el Centro Hospitalario La Raza (ganado por Enrique Yañez).
Paseo de las Frontones, Ciudad Universitaria, México, DF. Autor desconocido. |
Merecida
celebración a propósito de este centenario ha organizado la Facultad de
Arquitectura de la UNAM, a través del Centro de Investigaciones en
Arquitectura, Urbanismo y Paisaje (CIAUP); y la Dirección de Arquitectura y
Conservación del Patrimonio Artístico Inmueble (DACPAI) del Instituto Nacional
de Bellas Artes (INBA); quienes en conjunto, han lanzado la convocatoria para
participar en dos eventos de acceso libre y cupo limitado (15 y 22 de abril) que conformarán las Jornadas
de Reflexión “Alberto T. Arai: más allá de los frontones”. Imperdible, esto que
es una invitación para revalorar todas las aportaciones hechas por este
arquitecto excepcional muerto en 1955.
Entrada, Escuela Primaria ‘Emilio Rabasa’, 3a Oriente Sur en la esquina de 2a Sur Oriente, Cintalapa de Figueroa, Chiapas, México 1949. Tomada del Blog: Una vida Moderna. Autor desconocido. |
Los
Fronones son una buena ruta de acceso a su obra y pensamiento, pero no son el
destino del viaje, eso queda claro. Felicitaciones por la iniciativa: ojalá
expanda mucho más sus alcances.
Hola, el articulo es muy bueno, solo me gustaría puntualizar que hay un dato incorrecto sobre su fecha de nacimiento no es 2015 es 1915
ResponderEliminaralguien sabe si el arquitecto trabajo en el instituto nacional de bellas artes
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