Algo sobre Axel Arañó
Por: Jorge Vázquez del Mercado* @JorgeVdM_Arq
El
pasado 12 de febrero recibí en nuestra Escuela de Arquitectura al arquitecto
Axel Arañó (Cd. de México, 1964) una invitación ciertamente pendiente a un
ciclo de conferencias que se ha consolidado como re-pensamiento sostenido de la
práctica profesional y su enseñanza en las escuelas de arquitectura.
La
charla inició con la presentación de dos libros editados por él: primero
“Arquitectura Parlamentaria en México –dos siglos de recintos para el diálogo”,
en el que desarrolla un valioso análisis de 34 edificios, 32 estatales y dos
federales de la arquitectura del poder y su marco legal, tal y como se ha dado
en nuestro país. Seguidamente presentó “Arquitectura Escolar SEP 90 Años”, en
el que documenta escuelas particularmente representativas de las últimas nueve
décadas desde la fundación de la SEP en 1921. “…las mejores son las que
adquirieron identidad propia, no los modelos que se repetían en todas partes”.
Es decir, la introducción de la conferencia da cuenta de la reflexión -de
tipologías arquitectónicas en este caso-, el conocimiento histórico y el
análisis crítico que los futuros arquitectos deberán dominar desde su activad
profesional: “…recuerden que en arquitectura siempre hay decisiones políticas,
es política…”.
Posteriormente se presentó el proyecto de un edificio de departamentos “dúplex” en Polanco (muy ingeniosamente resuelto), una casa en Tepoztlán Morelos y otra en Zapopan, Jalisco, ambas con sobrada justificación de sus esquemas y de su toma de decisiones: orientaciones, aprovechamiento de las vistas, apropiación del paisaje, materiales constructivos “…no se trata de tradición o de modernidad, no se preocupen demasiado por el estilo que les pida su cliente, mucho menos de aparecer en las revistas, es un asunto de sumar tradición “y” modernidad…”.
Finalmente presentó el proyecto de una casa mínima, la Casa Cruz. Una obra cuidada hasta el último centímetro y detalle, en donde la propuesta se localiza en cómo hacer alcanzable el sueño de millones de personas: “tu casita”. Resuelta mediante un esquema de medios niveles con block de color ocre y concreto expuesto, la obra es lisa y llanamente presentada como la posibilidad de un “campo de trabajo” abundante para el arquitecto del futuro. La informalidad que se regulariza convirtiéndose en terreno fértil para repensar la vivienda como célula madre de una arquitectura de servicio…ávida de habitabilidad.
La Charla, francamente contagiosa de gusto y pasión por nuestro oficio de la arquitectura, concluye con una reflexión provocativa, aguda y de gran profundidad: “Si pudiera volver a la aulas de la Universidad estudiaría Ingeniería Civil y Filosofía.” Con el enriquecedor “off the record” despidiendo a nuestro invitado intercambiamos algunos puntos de vista: “En vez de enseñarnos malas instalaciones porqué no nos enseñan mejor como se enfriaba la Scala de Milán durante la presentación de una ópera, por ejemplo; o ¿cómo funcionaban los chorros de las fuentes del Palacio de Versalles si no había bombas de agua. ¡Nos sería más útil!”. Su reflexión final me hizo recordar la metáfora ¿o el tuit? de que si todas las asignaturas que se imparten en la Universidad fueran tabiques, la argamasa que los une sería Filosofía y el edificio construido el conocimiento que nos acerca a la verdad.
Jorge Vázquez del
Mercado*
(Ciudad de México, 1964) Es arquitecto y
director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Anáhuac México Sur,
Ciudad de México. Actualmente realiza el Doctorado en Ingeniería Ambiental en
la misma Universidad.
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