podio: MUSEO JUMEX

5 expertos opinan sobre la obra de David Chipperfield

Por: Arturo Emilio Escobar @AEmilioEscobar
Con una inversión de 20 millones de dólares, la Fundación Jumex Arte Contemporáneo (FJAC) finalmente ha dado a la ciudad una obra que supera el funesto “estigma” de la cuestionable calidad que han tenido las últimas obras públicas de impacto social en la Ciudad de México. Diseñado por el arquitecto David Chipperfield, en sociedad con Óscar Rodríguez (TAAU), director de la obra en México, el Museo Jumex resplandece con la notable calidad tanto de la mano de obra como de su arquitectura, exaltando la poesía en la colección de arte como en el manejo de la luz. Durante un recorrido en compañía del arquitecto Chipperfield (organizado por la revista Domus México) hablé con cinco expertos quienes me dieron su opinión del Museo Jumex.

Kathy MacDonald, directora editorial de DOMUS, Oscar Rodríguez Castañeda, Patrick Charpenel y David Chipperfield.

1) MAURICIO ROCHA (Taller de Arquitectura Mauricio Rocha + Gabriela Carrillo)
“Fuera de la complicación de encontrar un terreno en un contexto un poco caótico, esta obra logra con mucho oficio, no sólo en su construcción sino también en su pensamiento de lo que significa hacer un museo, un edificio muy disciplinado”.

La sala dentada del último nivel, la más alta, tiene una excelente luz natural.

“Con la novedad de que está orientada al oeste y luego filtrada con sistemas que la hacen más cálida, este gesto es algo que me parece increíble. Cuando puedes decir: lo que me gusta del edificio es su luz, es que vamos por buen camino”.

Otra cosa que funciona bien, y me parece fue petición del cliente, es que usaron un piso más cálido.

“Ese travertino veracruzano que también se parece mucho al que siempre usó Louis Kahn. Al tenerlo cerrado, limpio, me sorprende su neutralidad y como se va deconstruyendo, se abre en los espacios públicos, el material va respondiendo a sus circunstancias, en horizontal: en pisos, en vertical: en fachadas”.

¿Y la sala intermedia?

“Es más clásica pero muy ordenada, y luego, la polémica que me parece sana: el entrepiso, una explosión de una terraza cubierta con cristales remetidos que arma un espacio dinámico de interacción. Por cierto, comentaba con Gabriela Carrillo que este edificio me recuerda en algo, en actitud, al Museo de Arte de Bregenz (en Austria) de Zumthor, con la diferencia que el Museo Jumex logra un espacio de sociabilización que no logra el otro, que permitirá conferencias, performance, instalaciones, y otras actividades, un espacio que puede dialogar con la ciudad o tapar la vista si así lo quieres, me parece una parte arriesgada pero atractiva”.

La entrada es una plaza que se va desmembrando hacia afuera, “pero lo que me parece increíble, y espero que lo mantengan, es que los estacionamientos, de hasta abajo, los están usando para exhibir piezas y eso fue una buena sorpresa”.

En el contexto de la arquitectura mexicana, tener una obra de un arquitecto como David Chipperfield es bienvenido.
“Cuando llega arquitectura del extranjero qué mejor que sea contenida, con oficio y, aunque es un riesgo de esta arquitectura ansiosa, es un acierto que no sea espectacular porque a veces me parece algo innecesario. Lo que me gusta de ésta, en verdad, es que logra hacer lo que le pidieron: un Museo en sus mejores niveles, que nos hace ver cómo la mano de obra mexicana, las constructoras del país, con un buen cliente y un buen oficio, siempre pueden hacer obra de calidad”. “En el escenario México está cada vez en un lugar más interesante, y dentro de ese tejido se empieza a generar una cultura arquitectónica que es un ganar-ganar para todos, por eso la inserción de una obra de Chipperfield en estas condiciones es un “gol” para la cultura arquitectónica en nuestra ciudad y nuestro país”.

David Chipperfield, Mauricio Rocha y Michel Rojkind.

2 ) FERNANDO CASTAÑÓN (Usoarquitectura)

“Me gusta la calidad espacial. Fue una gran sorpresa encontrar el último nivel con una iluminación tamizada, que me recuerda un poco a los museos europeos”.

¿Qué te parece la calidad de ejecución?
“Es muy buena, los materiales son muy neutros. Además, la exposición me gusta, son piezas muy pequeñas pero más adelante también habrá que ver algo en gran formato. Hasta el momento veo un buen oficio de la arquitectura bien planeada que se puede construir en México”.

¿Qué piensas de su integración al contexto?
“De la parte exterior, lo poco que he dado vuelta durante el recorrido, veo que es un Museo muy interior, realmente se protegen los espacios, es una carcasa, se cierra totalmente sólo abriéndose hacia una gran plaza y una terraza, pero al estar abierto hacia el cielo logra captar muy bien la luz natural, así como nos dijo Chipperfield hace unos momentos”.

Bernardo Lew, Eugenia González, Fernando Castañon, David Chipperfield, Jose Lew y Gabriel Salazar.

3 ) MICHEL ROJKIND (Rojkind Arquitectos)

“Es un gran orgullo para México tener un museo de este tipo, no sólo por la arquitectura de David Chipperfield, sino por la visión de Eugenio López. Hace un momento lo platicaba con Patrick (Charpenel, curador del Museo Jumex), que Eugenio ha armado un muy buen equipo, eso es un gran logro, pero también es un motivo de orgullo por dos puntos: primero, por entender que un museo de la mejor calidad puede surgir con el apoyo de la inversión privada, como pasa en muchas partes del mundo. Y en segundo lugar, que me parece más importante, es ¿Qué hace la gente que tiene dinero en este país?

Claro, ¿en qué lo invierte?
Así es, este Museo es un gran ejemplo de que cuando haces y ganas dinero como empresario también lo puedes compartir con la sociedad y con tu país, regresarlo a la comunidad”.

¿Cuál es tu apreciación del edificio?

“Me parece increíble, es un edificio muy bien articulado, no sólo por la calidad de su manufactura sino como dijo Chipperfield hace un momento, los dos primeros pisos son totalmente de comunicación social, de conexión con la ciudad, y los dos siguientes pisos son para resguardar la colección de arte. En lo personal, a mi me interesan más los dos pisos de improvisación; lo que va a pasar en el auditorio, las pláticas y la educación. No obstante, la colección es lo mejor que vamos a ver reunido en este país, son años de curaduría, de gente muy importante rodeando a Eugenio López, y él, como inversionista, con una calidad humana ejemplar para querer enseñar su colección, para compartirla con todos los mexicanos”.

David Chipperfield, Mauricio Rocha y Michel Rojkind.

4) AURELIO VÁZQUEZ DURÁN (DIN Interiorismo)

“El museo tiene la virtud de irte ganando, el acceso es simple, sin grandes shows, austero, integrando el exterior con el interior a través de sus tres grandes puertas. Es una lástima la solución de la cafetería, completamente desangelada, y del mueble de recepción del museo, se pasaron de austeros, parece improvisado”.

¿Cómo fue tu experiencia en el recorrido?

“Cuando se llega a la galería 3 es una sensación muy enriquecedora, emocionante, de amplitud. La solución de la iluminación natural es increíble, muy homogénea, y las piezas lucen mucho. La Galería 2 es menos espectacular y la iluminación no me acaba de convencer, hasta las piezas se ven más pobres de lo que son. El haber destinado el piso 1 para usos múltiples lo veo un poco mercantilista, si es un lugar espectacular, y definitivamente se volverá el lugar de moda de todo tipo de eventos, leí que algunos críticos cuestionaban que la biblioteca de la Fundación, que parece ser extraordinaria, no está en Polanco, la dejaron en Ecatepec. Por lo tanto la reflexión es que prefirieron rentar espacio a tener biblioteca”.

En el sótano solucionaron la tienda, no está muy expuesta.

“Las tiendas de los museos generalmente son muy atractivas y mucha gente acaba pasando más tiempo en la tienda que en las exposiciones, que finalmente es shopping cultural y me parece bien. Esta tienda no te atrapa”.

“En general mi opinión es muy buena, creo que le da una cátedra al Museo Soumaya de cómo se hace un museo de la más alta calidad. Estoy seguro que será un gran éxito, aunque desafortunadamente la gran colección será muy poco comprendida por el público en general”.

Agustín Caso, Gerardo Salinas, Cristina Keller y Aurelio Vázquez Durán.

5 ) FERNANDA CANALES (Fernanda Canales Arquitectura)
“Este edificio de David Chipperfield va a cambiar la forma en la que pensamos la construcción en México, es un parteaguas. A partir de ahora ya no será válida cualquier excusa de que en México no se construye bien, de que tenemos mala calidad de obra, o de que en México la planeación de los edificios y el respeto arquitectónico no existe.

El Museo Jumex abre un nuevo capítulo para la cercanía entre arquitectura y construcción, que es algo que se ha perdido, también entre proyectos privados con temas culturales”.

¿Qué destacarías de su presencia en el contexto?
“Algo que dijo el arquitecto Chipperfield: es que la arquitectura no debería de ser un objeto, un sujeto, sino un simple marco. Yo creo que en el entorno donde se ubica el edificio obviamente es más patente esta especie de contradicción entre arquitecturas impositivas ajenas al contexto, que no entienden el lugar donde se ubican, donde de pronto llega uno que hace lo mismo, que lo hace junto a ellos y que lo hace bien”.

Será doloroso verlo para quien lo hizo mal.
“Se hace más evidente, además en el Museo Jumex la relación con la calle no es problemática. No creo que tampoco tenga que ver con un tema de presupuestos, aunque obviamente se trata de una obra de alto nivel en todos sentidos, pero desperdiciamos dinero de muchas otras formas y de peores maneras. Entonces, sería interesante sacar un comparativo de precio por metro cuadrado de este edificio contra lo que costó, ya no digamos la Estela de Luz, pero podría ser el edificio del Senado o muchos de los nuevos edificios públicos, y creo que, en ese sentido, sí inicia una nueva etapa de la arquitectura en función de un mejor entendimiento con la mano de obra local y con la relación en la ciudad”.

Al acercarte al museo ¿Cómo fue tu apreciación como peatón?
“Lo que hace muy bien el edificio es abrirse hacia el exterior, el museo no empieza cuando subes una escalera, cuando pagas el boleto, sino de alguna manera este museo empieza desde fuera, desde el primer peldaño que da hacia la calle. Toda la planta baja es casi una vitrina, está cerrada por ventanas, pero el plan es que se abran, entonces, sí se entiende más como un espacio cívico, público, y no como un edificio con una puerta. La relación del edificio con la planta baja, con la calle, se hace de una manera más plural, menos impositiva, incluso, es un museo pensado hasta para quien no suba a ver las obras de arte pueda disfrutar del espacio abierto.