Por: Marcos
Betanzos* @MBetanzos
Desde hace meses, un grupo de
arquitectos entre los que se encuentran Axel Arañó, Salvador Arroyo, Eduardo
Cadaval, Fernanda Canales, Jose Castillo, José Luis Cortés, Antonio Gallardo,
Alejandro Hernández, Arturo Ortiz Struck, Francisco Pardo y Félix Sánchez, han
manifestado su interés de que se dé a conocer en qué etapa del proceso –si es
que hay tal- se encuentra la posible participación de México en la Bienal de
Arquitectura de Venecia a celebrarse en 2014.
En un documento que se presenta en el
portal http://proyectopublico.org
y que tiene como destinaria de tal misiva a la Arquitecta Dolores Martínez
Orralde, titular de la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio
Artístico Inmueble del INBA, los ya mencionados emiten una serie de
recomendaciones puntuales y hacen ver la importancia del evento, así como su
preocupación por “lograr que el Pabellón que representará a nuestro país cumpla
con las mejores condiciones profesionales e institucionales, en el marco
de un proceso transparente y sujeto a normas y procedimientos que le den
legitimidad y calidad”.
Explican además los sucesos (penosos y
otros aún más) de las ediciones recientes, de la inevitable presión del tiempo
que día a día se reduce para encontrar una respuesta ideal, y proponen “en
primera instancia que tanto el INBA como Conaculta establezcan los lineamientos
para convocar públicamente a los aspirantes para desempeñar los cargos de
Comisario y/o Curador(es), quienes a su vez decidirán sobre los criterios, participantes
y conceptos a presentarse en el marco del tema general de la Bienal” para
establecer un positivo e innovador precedente para futuras
participaciones.
Hasta ahí va bien la cosa. Por el
momento ignoro si se ha emitido una respuesta, lo dudo. Pero mientras sucede esa
pronunciación pública de parte de las autoridades a cargo queda espacio para
reflexionar, ir al pasado y someter a revisión histórica algunas preguntas que
me parecen clave: ¿Para qué ha servido la participación de México en la Bienal
de Arquitectura de Venecia o en cualquier otra? ¿En qué mejora la práctica
profesional del país o a qué la compromete? ¿En realidad estos eventos nutren
en algún sentido nuestro quehacer profesional o sólo se consolidan como
escaparates profesionales unipersonales? ¿Qué sustenta que detrás de la
participación de México en una bienal haya una verdadera y desinteresada
preocupación colectiva?
Responder esto ayudaría a construir un
horizonte claro, más tangible para quienes no les gusta involucrarse en este
tipo de demandas gremiales y deberían participar, así como para aquellos que
hoy ostentan un cargo público o representan a una institución, y no comprenden
el compromiso que eso exige, que piensan que se trata solamente de un capricho.
A partir de ahí, me parece valiosa la moción que enarbolan estos arquitectos porque
lo que se pide en el tema de la Bienal puede convertirse en una política válida
para muchos temas por resolver, iniciando por el de los concursos para
proyectos públicos.
Pabellón de México en la
Bienal de Venecia 2012
Quienes suscriben esa carta han dado
pasos hacia adelante, descartándose como posibles participes del proceso (buen
gesto de congruencia), pero quizá deban dar algunos otros pasos previos, incluso
hacia atrás. Por ejemplo, explicar a la arquitecta Dolores Martínez Orralde, qué
impacto (benéfico o no) tendría el participar o ausentarse en Venecia, y más
atrás, explicarle qué es la Bienal y de qué se trata, cuál es su finalidad, qué
es lo que se discute ahí, para qué se asiste, cuál es el tema, etc.
Respetuosamente, lo anterior más que
ocioso sería oportuno, porque quizá en las siempre amuralladas oficinas del
INBA no se sabe qué diablos es eso de la Bienal de Venecia, para qué sirve, ni
por qué los colegas están haciendo tanto “alboroto”. En una de esas podemos
llegar sembrarle la duda sobre si es la persona idónea para vigilar que ese
proceso –insisto, si es que hay tal- se cumpla o en su defecto se delegue a
alguien con la capacidad o el conocimiento suficiente de llevar adelante el
compromiso, eso sí, advirtiéndole que no se vale caer en las curadurías
publicitarias del gobierno en turno como ocurrió en la edición pasada, ni en
otros tantos males. La petición hecha es justa y oportuna hay
que secundarla.
Cultura en Construcción
Bienal de Arquitectura de Venecia 2012
Fotografías: cortesía de Marcos Betanzos
y círculo cuadrado
*Marcos Betanzos, es arquitecto, fotógrafo
y escritor independiente. Becario del Sistema Nacional de Jóvenes Creadores
FONCA 2012-2013 en la disciplina de Diseño Arquitectónico.
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