podio: Los 21

Por: Marcos Betanzos* @MBetanzos

“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía?. Para eso, sirve para caminar”. Eduardo Galeano.

Hotel Cuatro Cuatros. Taller Mauricio Rocha Gabriela Carrillo. Marcos Betanzos 2012

Desde hace algunos años, diversos medios de difusión, instituciones y foros dedicados a la discusión sobre la arquitectura han comenzado a cimentar la importancia de las nuevas generaciones de arquitectos mexicanos y sus propuestas.

El impacto de ello, a pesar del abuso inminente del concepto parece encontrar un eco de gran relevancia en la muestra “21 jóvenes arquitectos mexicanos” que se exhibe desde el pasado 12 de septiembre en el Museo Universitario de Ciencias y Arte (MUCA), anexo a la Facultad de Arquitectura de la UNAM.

Sunset Chapel. BUNKR Arquitectura

La afortunada puesta en escena, reitera que los discursos comienzan a renovarse, que la juventud arquitectónica en el país ha comenzado a transitar de la propuesta a la materialización de ideas y por ende a la madurez que les da acceso a oportunidades antes sólo imaginadas. Se ha ganado el espacio y comienza a visualizarse el compromiso por relevar a una generación precedente que colmó de piezas el tablero y dejó en diversos casos la ciudad para otros tiempos.

El trabajo y la constancia de muchos parece ser ya, el inminente futuro de la producción nacional. Y justo ahí se abrirá el debate porque lo ecléctico de este grupo que ha reunido el arquitecto Gustavo López Padilla, incluye nombres que se han consolidado lentamente bajo todo frente de batalla de la profesión, hasta aquellos que con cierta inmediatez están ya en el escaparate principal y suscitan revisiones a priori de su trabajo. Algo tendrán que decir, aunque no posean la voz más límpida para hacerlo.

Casa Materka. T3Arc

Y es que el mismo curador Gustavo López Padilla, ha dicho que esto es una muestra diversa y no limitativa, acotada solamente a la edad de los arquitectos (menores a 45 años), así como a la diversidad de ciudades que acogen sus obras; por lo anterior, puedo decir que si bien el ejercicio es idóneo para hacer un corte fino de revisión histórica y aproximación temática, la flexibilidad en la inclusión permite una reflexión donde la escala y el encargo acusan la carente democratización del ejercicio profesional y donde se demuestra que la calidad existe y que poco o nada hay que hacer para validarse como un nuevo motor de producción arquitectónica.

Legitimando que los jóvenes no seremos siempre jóvenes, sirva esta gran exposición no sólo para construir otro catálogo limitado sino más bien para comprender que el periodo de acción, influencia y permanencia de un grupo que abrirá en su momento nuevas líneas de pensamiento y procesos creativos. Los tiempos se acortan, la exclusividad se termina. La juventud también se irá.